Junio II: Broadway-locura, playa y despedidas.

Junio fue un mes de no parar, tratando de aprovechar cada minuto que me quedaba de la experiencia. Habiendo ya contado algunos de los eventos que hubo en el colegio, esto fue lo que hice en mi tiempo libre:

NYC: 
Comencé el primer fin de semana yendo a Nueva York. Una de las profesoras del colegio me invitó a cenar en su casa el viernes ya que vivía a mitad de camino entre Southampton y la ciudad, de esta manera podía ir al día siguiente en tren y llegar en menos de una hora. Tanto ella como su marido fueron encantadores, se agradece mucho cada detalle de hospitalidad cuando se está sola y fuera de casa. ¡Vaya cena y desayuno que me prepararon!



Además, la profe me puso en contacto con su hijo que vive en NY para así poder hacer algo diferente y disfrutar de NY con más gente. El sábado fui a ver un musical, por supuesto. En este caso me decidí por Fun Home, ya que me lo habían recomendado y había ganado el premio al mejor musical en 2014. Sin embargo, no fue uno de mis favoritos. Es más una obra de teatro con algunas canciones, más sencillo que el típico musical de Broadway.


Por la noche, quedé con el hijo de la profe y sus amigos para ir a un concierto folk en Brooklyn (planes cool de new yorkers). Lo cierto es que el primer grupo me encantó (HoneySuckle). Fue muy divertido pasar una noche a lo neoyorquino con taxis, pizza y música en directo.

Al día siguiente me preparé para intentar conseguir mi primer rush ticket, así que fui a las 10.00 a hacer cola hasta las 12.00 que abría la taquilla del teatro de The Color Purple. No había rush tickets, así que me aventuré a probar el SRO por 32$ (Standing Room Only), es decir, ver el musical de pie. ¡Fue increíble! Los primeros minutos del musical ya te dejan sin respiración y se viven momentos increíbles, hasta que todo el público se levante en medio del musical. Las actuaciones de Heather Headley y Danielle Brooks (a la que ya conocía por Orange is the New Black) son increíbles, pero si hay algo que hace el musical especial es la protagonista Cynthia Erivo, voz y actuación espectaculares.







¿Y qué más hubo el fin de semana? Pues teatro de improvisación gratis, paseo por el High Line y alguna tormenta de verano.



El sábado siguiente me dió de nuevo por ir a NY a seguir aumentando mi lista de musicales. Iba de nuevo a probar los rush tickets pero de camino a la taquilla recibí un email de que me había tocado School of Rock. No iba yo muy convencida pero, por otro lado, estaba nominada al Tony por Mejor musical. Pude comprobar que la nominación era totalmente justa: muy buena calidad, muy entretenido, con críticas culturales... me lo pasé genial y después,como siempre, a conocer a los actores.





Después, me fui a esperar para conseguir SRO para The Book of Mormon ya que era una obra que me habían recomendado muchísimo, ganadora de 7 Tony's. Con la entrada ya en la mano, fui a relajarme a una plaza cerquita del teatro y, así prepararme para estar unas horitas de pie en el siguiente musical.

The Book of Mormon se lleva el premio al musical más divertido, aunque vocalmente es también muy bueno, pero la letra de las canciones... tan solo hay que saber que es de los creadores de South Park. Está lleno de humor absurdo, obsceno y friki, te quedas con la boca abierta de las burradas que dicen sin parar, pero pasas un buen rato. Desde luego algo diferente a lo que se suele ver en Broadway.




Y al día siguiente a ver los Tony's desde casita, un gran espectáculo al que me encantaría asistir alguna vez en la vida, aunque no creo que sea posible porque solo van actores, familiares y personalidades de la industria y de la sociedad americana. Fue increíble revivir con los espectáculos lo que me había hecho sentir cada musical en su momento.

De curso en el Instituto Cervantes New York: 
El viernes 17 de junio había un curso para profesores en el Instituto Cervantes NY y aunque me pillaba un poco mal  (y caro) ir y volver en el mismo día, no podía dejar pasar la oportunidad. Un curso que además, nos patrocinaban por ser auxiliares de conversación. Fui con una de las profes con las que trabajaba y la mañana comenzó movidita en el autobús cuando echaron a una señora por ser un riesgo para la seguridad (metiéndose con una chica embarazada e insultando al conductor por defenderla). Para ser más gráfica el final de la pelea (verbal) fue:
-(Bus driver) You're a racist!
-(Mad lady) Don't you dare to call me a racist... dirty inmigrant!

Todo el mundo en la parada del autobús se quedó boquiabierto y empezamos a hablar. Resulta que todos los que estábamos esperando el autobús teníamos algún tipo de conexión con España, así que fue muy interesante el viaje (after all...).
El curso mereció la pena solo por la segunda conferencia con libro de regalo, muy interesante y en clave de humor, un monólogo al más puro estilo español. Yo me pasé todo el rato pensando de qué me sonaba ese señor, pero la verdad es que no estaba segura. A la hora de la comida le pedí que me dedicase el libro y ahí quedó todo...




Hasta que, de vuelta a casa en el autobús, comprobé que el señor Guillermo Fesser era uno de los integrantes de Gomaespuma, y se me había pasado por la cabeza por su forma de hablar... pero no me parecía posible. ¡Pues sí! Si alguien tiene la oportunidad de asistir a sus conferencias, recomendado 100%.

Hamptons Style Beach day:
Por un día pude vivir lo que significa tener una "casita" de los Hamptons de las que salen en las pelis situadas en playas kilométricas. Me invitaron a ir a la playa en East Hampton y son playas a las que es imposible acceder si no tienes casa allí porque no hay ningún sitio para dejar el coche. Tienes que aparcar en alguna casa y por la puerta trasera sales a la playa, todo un lujo, ya que estas playas nunca llegan a masificarse, dos horas sin escuchar ninguna voz... no parecía real, jaja.



Y después comenzaron las despedidas :'(

Último Club del Libro:
Al ser el último día del club de la temporada y ya hacía calorcito se cambió la ciudad por los Hamptons. La profesora italiana preparó la comida en su casa para comentar el libro mientras y dimos un paseo por la zona. Después me despedí de los estudiantes de español. Ay... ¡qué pena!



Último día en solitario por Manhattan: 
Me quedaban dos tickets de autobús así que decidí ir por última vez a disfrutar de NY sola. Volví a echar loterías y me tocó Matilda. Mientras esperaba para el musical vi una cola exageradamente larga, incluso para ser NY. Comencé a seguirla y me encontré con una calle casi cortada y llena de gente. Me enteré de que iba a salir el productor y actor principal de Hamilton (la obra de Broadway con más éxito en este momento y que si no tienes $1000 para pagar una entrada, no te la puedes permitir). Allí me quedé a esperar pero la verdad es que era difícil escuchar con tanta gente y el tráfico.


También me pasé por Shubert Alley, un pequeño callejón que hay en Broadway donde están los carteles de todas las obras de la temporada en Broadway y me eché fotos con algunas de las obras que había visto.



 

Respecto a Matilda, es bastante diferente a la película, para los niños está muy bien, tiene mucha calidad pero para mi gusto, un poco infantil. Lo que más impresiona es como una niña tan pequeña puede llevar un musical casi ella sola, increíble.




Después, fui al Instituto Cervantes a ver una película que proyectaban gratis. Por cierto, soy fan del jardín del Instituto Cervantes NYC con espejo y todo.



Por último, fui a cenar a Shake Shak antes de coger el autobús de vuelta y, mirando por el cristal a los característicos taxis amarillos y la diversa gente que pisa las aceras de NY, me vino un nuevo pensamiento a la cabeza. Llevaba un par de semanas bastante triste por lo cerca que estaba el fin de esta experiencia pero, en ese momento, comencé a pensar que esto tan sólo había sido el principio, había cumplido un sueño que sentaba las bases para el siguiente... no hay nada imposible.



Fiesta de Despedida:
Para despedirme, las profesoras organizaron una cena con paella y todo tipo de comida española e invitaron a la gente con la que más contacto había tenido allí. Fue una gran velada y me sentí super contenta de haber tenido la oportunidad de conocer a todas esas personas.






Fue un día muy completo porque la tarde la había pasado ya con una de las familias que me había acogido. Me invitaron a comer a un restaurante en el puerto y después a la feria de arte de los Hamptons.






Beach day with the girls: 
El profesor que me acogió unos meses no pudo ir a la despedida por trabajo así que me invitó a ir con su familia al club de playa donde trabaja en verano. Un día de playa diferente con las niñas de 2 y 4 años :)



Carnival: 
En junio pusieron una feria y fui mi última noche, de nuevo con una de las familias, para ver cómo era una feria a la americana. Es más o menos lo mismo sólo que en los coches de choque no ponen a Camela incesantemente, comen otros dulces y tienen dunk tanks. Con lo que no contaba era con encontrarme con un montón de alumnos, son Los Hamptons, pero no deja de ser un pueblo. Venían a abrazarme y a saludarme. Un grupito me preguntó cunado me iba y les conté que me iba ya al día siguiente, se quejaron y me hicieron prometer que volvería al año siguiente de visita, así que tendré que ir :). Ay...






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